Rabat-Salé-Kénitra
Rabat-Salé-Kénitra es una región clave en Marruecos que abarca la capital, Rabat, y su ciudad gemela, Salé, además de la vibrante ciudad industrial de Kenitra. Esta región desempeña un papel crucial en la vida política, económica y cultural de Marruecos, ofreciendo una combinación única de importancia histórica y desarrollo urbano moderno. Rabat, como capital, es el corazón político y administrativo de Marruecos. Es conocida por sus calles limpias y ordenadas, sus amplios bulevares y sus espacios verdes, incluyendo los famosos jardines de Chellah y el caudaloso río Bouregreg. La medina de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, contrasta con los barrios modernos, ofreciendo una mirada al pasado de Marruecos con sus mercados tradicionales, antiguas murallas y edificios históricos. Rabat también alberga varios monumentos importantes, como la Torre Hassan, una mezquita inacabada que data del siglo XII, y el Mausoleo de Mohammed V, donde se albergan las tumbas de los reyes marroquíes. Salé, situada justo al otro lado del río Bouregreg desde Rabat, suele considerarse su contraparte más tranquila y tradicional. La ciudad posee una rica historia como centro de actividad pirata en el siglo XVII y es conocida por su medina bien conservada, menos frecuentada por turistas, que ofrece una experiencia marroquí más auténtica. La Gran Mezquita de Salé es uno de los lugares religiosos más antiguos e importantes de la región. Kenitra, la tercera ciudad más importante de la región, es un importante centro industrial y agrícola. Está situada a orillas del río Sebou y es conocida por su puerto, que desempeña un papel fundamental en la economía de la región. La zona circundante es rica en agricultura, especialmente en la producción de cereales, verduras y cítricos. La región de Rabat-Salé-Kenitra también es conocida por su hermosa costa atlántica, que ofrece playas de arena y la posibilidad de practicar deportes acuáticos. Las localidades costeras de Skhirat y Harhoura son destinos populares tanto para locales como para turistas que buscan escapar de la ciudad. En general, esta región es un microcosmos del diverso paisaje de Marruecos, donde la historia antigua se encuentra con la modernidad y la vida urbana se combina a la perfección con la belleza natural.